No hay lugar en el Perú ni en América, como esta plaza ha sobrevivido a través de diferentes escenarios y hechos históricos de monumental trascendencia y tradición.
A través de los siglos, la enorme y bella Plaza de Armas del Cusco es conocida como Huacaypata, que significa “Plaza de los Lamentos”.
Cuenta la tradición que la Plaza de Armas fue trazada por el mismísimo fundador del imperio Inca, Manco Cápac; quien eligió dichas tierras como centro simbólico del imperio. Ahí los incas realizaban la Fiesta del Sol o Inti Raymi. En este lugar también Francisco Pizarro fundó el Cusco.
Con el transcurrir de los años, la plaza de Huacaypata ha visto desfilar diferentes episodios de la historia del Perú como la ejecución de Túpac Amaru I y II, Micaela Bastidas y sus hijos.
Alrededor de ella, varios Incas de la realeza construyeron sus palacios imperiales: Pachakuteq, Túpac Yupanqui, Sinchi Roca y Wiraqocha. Estos templos, siglos después fueron empleados como residencias por los españoles e iglesias crisitianas.Además, En la plaza de armas se edificó el Templo de las Vírgenes del Sol o Acllahuasi y el palacio de Huayna Cápac. Aunque se han efectuado renovaciones, la plaza de armas conserva construcciones coloniales sobre bases incaicas, como iglesias, casonas y arquerías y aún hoy sigue siendo el escenario principal de las actividades sociales y culturales del Cusco.
El palacio del Qoriqancha destaca entre todos los palacios incas. Este palacio estaba rodeado de riquezas inigualables e ingentes cantidades de oro que fueron utilizados en el momento de su construcción, y luego fueron saqueados por los invasores españoles en la época de la conquista.
Sobre los restos de este fabuloso templo se construyó el templo de Santo Domingo. Los muros incas fueron utilizados como cimientos para los muros españoles del templo de Santo Domingo.
Las paredes del templo según los cronistas, tenían junturas de oro derretido, que revestian íntegramente este recinto, como tapicería con planchas de oro.
En el Santuario del Sol, refulgía un disco dedicado al sol hecho de oro macizo. Además, el santuario estaba formado de varias recintos sagrados advocados a entidades importantes del mundo andino, entre las que destaca el mencionado Templo del Sol-del cual solo queda un muro semicircular- y los recintos advocados a la Luna y las Estrellas.
Los restos momificados de los Incas se guardaban en el Templo del Sol, cubiertos por joyas y oro.
Los otros dos templos dedicados a la Luna y a las Estrellas, son de distribución similar pero con fines diferentes. El primero servía para reunir a las momias de las Qollas o mujeres de los Incas, y el segundo servía para que el Inca presenciara los ritos y sacrificios.
En otras secciones de este templo, se veneraba al Relámpago, al Trueno, al Rayo; mientras que en la Sala de Sacrificios se colocaban ofrendas.
La unión de piedras en los muros del que fue, el palacio de Inca Roca. Es tan sólida y perfecta, que no permite insertar ni una aguja entre sus uniones. Este es un famoso atractivo histórico de la ciudad, debido al visitado muro, donde se encuentra la piedra labrada de los doce ángulos, única en el mundo. La célebre pared de piedra forma parte del actual Museo de Arte Religioso y en otro tiempo fue la sede del Palacio Arzobispal.
Al visitar el templo de Santa Catalina pueden apreciarse las junturas de piedra granito. Durante la época de los Incas, este edificio era el lugar donde estaban aisladas las escogidas o Aqllas del sol, que eran mujeres jóvenes, bellas y vírgenes de los pueblos sometidos y las entregaban al Inca como una especie de tributo.
Estas Aqllas eran enclaustradas desde muy pequeñas y eran dedicadas a servir a distintos fines. Unas estaban destinadas a cumplir labores de fe-el culto del sol- y otras a acrecentar el fuego sagrado o atender al Inca y nobles. Hay que destacar que existía una prohibición férrea, que nadie podía ingresar a este templo.
Construido por el Inca Pachakutec y estaba ubicado frente al Huacaypata (Plaza de Armas) y comprendía las actuales calles de Procuradores, Plateros, Tecsecocha, Saphy y Amargura. Actualmente, corresponde al área ocupada por el Portal de Panes y casas vecinas. En la parte correspondiente a los portales de la Plaza de Armas se pueden admirar sus sólidos y soberbios muros de piedra labrada.
Fue palacio de Túpac Inca Yupanqui y actualmente corresponde al área ocupada por el Portal de Belén y edificaciones vecinas a la Calle del Triunfo.
Fue el palacio de Sinchi Roca y actualmente corresponde al área ocupada por el Portal de Harinas de la Plaza de Armas.
El Inca Wiraqocha estableció su residencia en el Surtur Wasi, en las calles del Triunfo, del Almirante, Palacio y Plazoleta de las Nazarenas. En su lugar se encuentra la Catedral y las iglesias anexas de Jesús María y El Triunfo.
La residencia de Manco Cápac esta situada en la parte baja de la fortaleza de Sacsayhuamán. Está formada por piedras de tipo celular, dos de los cuales tienen 88 y 90 metros de largo. En el muro superior destacan siete nichos o ventanales. Delante de la Iglesia de San Cristóbal resaltan tres piedras llamadas del sacrificio. Esta casa real fue convertida en granero y en la conquista la habitaron Paullo Inca y Sayri Tupaq.
Los restos importantes de la morada de Inca Wayna Cápac permanecen aún en este lugar. El cual abarcó una extensa área que en nuestros días, es ocupada por la Compañía de Jesús, el Paraninfo Universitario y la calle Loreto y Pampa del Castillo. La entrada principal quedaba frente a la calle Loreto.
03 Julio 2018
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