Uno de los apus protectores de la ciudad del Cusco, Salkantay es uno de los tantos Caminos Incas alternativos hacia Machu Picchu que contiene diferentes escenarios naturales. Mezclando la parte arida de la sierra con la vegetación frondosa de la selva del depatarmento del Cusco.
La caminata de Salkantay - Machu Picchu comienza desde la ciudad del Cusco hacia el poblado de Mollepata, donde se comienza la caminata por una laguna de aguas cristalinas coronada por los glaciares de la cordillera del Vilcabamba. Este lugar comienza llamar la atención en el camino de Salkantay a Machu Picchu porque está dominado por aguas turquesas que contrastan con el blanco de la nieve y el intenso celeste del cielo serrano del departamente del Cusco, donde nos sentimos diminutos frente a la inmensa gama de picos nevados. Luego llegaremos a Salkantay pampa (4200 m.s.n.m.m), donde nos encontramos con la montaña indomable de Salkantay, que muestra una inclinada pendiente hacia el lado del abra del mismo nombre. Que esta llena de apachetas (marcadores de piedra) a los 4549 m.s.n.m..
Miramos a nuestro alrededor y parece que estamos muy cerca de tocar la nieve y llegar a la otra cara del nevado Tucarhuay, donde se puede disfrutar del panorama que nos regalan nevados como el Pumasillo, que están a 6.100 m.s.n.m. junto a otras montañas de la cordillera del Vilcabamba.
Casi terminando la ruta de Salkantay hacia Machu Picchu, el camino comienza a descender para mezclarse con la exhuberante vegetación del departamento de Cusco; donde las orquídeas, las mariposas, los frondosos árboles y las caídas de agua se cruzan por los senderos naturales que nos anuncian la presencia de la selva y el paisaje, cada vez más verde, se apropia de las montañas.
Continuamos el viaje y al día siguiente nos adentramos en el bosque hasta tomar el Camino Inca que nos conduce al complejo de Llactapata, punto de control inca. Una especie de tambo desde donde se ve Huayna Picchu y las andenerías de la ciudadela, logramos ver lo que llaman la espalda del complejo inca, otra mirada y otro camino para llegar a nuestro gran destino final: Machu Picchu. Bajamos por la hidroeléctrica y dejamos atrás los senderos recorridos.